ACANMET - Asociación Canaria de Meteorología


 

Las Emisiones Antropogénicas

Los principales gases de efecto invernadero derivados de la quema de combustibles fósiles y de la actividad humana son el Dióxido de Carbono (CO2), el Metano (CH4) y el Oxido Nitroso (N2O).  Los dos últimos tienen un efecto invernadero muy superior al CO2, pero su presencia en la atmósfera es muy inferior a éste último. Así, el CH4 tiene un potencial de efecto invernadero 23 veces superior al CO2, pero su concentración es 220 veces inferior a éste último. Por tanto, nos centraremos en las emisiones de CO2.  
 
Las fuentes de CO2 son tanto la quema de combustibles fósiles como los cambios del uso de la tierra (deforestación), ya que al disminuir la vegetación se absorbe menor cantidad de la atmósfera. Se calcula que algo más del 50% del CO2 que emitimos permanece en la atmósfera, mientras que el resto es absorbido por los sumideros; los océanos y la biosfera. En el siguiente gráfico (CDIAC@) podemos ver el crecimiento del CO2 atmosférico, medido en el Mauna Loa 
 
   Evolución CO2 en Mauna Loa. Fuente CDIAC @
 
 
Sin embargo, existen autores que manifiestan que el calentamiento es natural y por tanto, también los son los crecimientos de CO2 en la atmósfera. Una controversia en teoría ampliamente superara a estas alturas. Uno de los mejores intentos naturalistas lo tenemos en este caso: en mayo del 2009, Roy Spencer -responsable de la puesta en marcha y seguimiento de temperatura por satélite- publicaba en su blog un ensayo en el que, bajo su punto de vista, son los cambios de la temperatura de los océanos los causantes de esas variaciones. En concreto el fenómeno de ENSO, que haría que en un episodio cálido de el niño se desprendiera CO2 a la atmósfera desde los océanos, mientras que en un frío de Niña, ocurriría todo lo contrario; se absorbería. Dado que se observa un calentamiento de los océanos, es lógico pensar que el CO2 atmosférico aumente. No deja de ser una visión muy simplista del ciclo del carbono. El problema estriba en sus propios resultados: su modelo indica que el CO2 atmósferico debería disminuir en episodios de niñas, pero las observaciones, que él mismo adjunta, indican lo contrario; aumenta Exactamente como se refleja en al gráfico anterior del Mauna Loa.  
 
¿Cual es la causa?
 
Lo que estamos viendo no es ni más ni menos que el propio ciclo del carbono interanual. En el siguiente gráfico se representa la evolución de ENSO y de las variaciones interanuales de CO2 en el Mauna Loa.
 
 
 
A excepción de las erupciones volcánicas, ENSO es la principal influencia en las variaciones interanuales de la temperatura global, de tal forma que con un retraso de unos meses, a la variación de ENSO le sigue la variación de la temperatura, y ésta es crucial en los procesos que afectan al ciclo del carbono, tanto en los mares como en tierra. Como consecuencia, unos seis meses más tarde, se produce la anomalía en la variación de CO2. Por tanto, ENSO, a través de su influencia en el ciclo de carbono, determinará que porcentaje del CO2 emitido pasa anualmente a la atmósfera, que en promedio es algo más del 50 %, con el resultado de que, independientemente del signo de ENSO, siempre se producirá un aumento en la atmósfera, ya que el origen de dicho aumento es antropogénico.