EL DEBATE > ¿ESTÁ PREPARADA TENERIFE PARA AFRONTAR LAS LLUVIAS DEL INVIERNO?Receta contra las riadas: planes de emergencia y esfuerzo públicoTres expertos del Cabildo, la Aemet y la ULL creen que la prevención de lluvias torrenciales se puede mejorar entre todos; voces cualificadas deben ser oídasVicente Pérez
Santa Cruz de TenerifeLluvias torrenciales como las que dejaron riadas el pasado lunes en el valle de La Orotava son un fenómeno más frecuente de lo que parece en Canarias. Pero cada vez resultan más dañinas, por la intensa y desordenada urbanización del territorio en Tenerife, donde hay más de 500 puntos negros con riesgo de inundación, y la friolera de 5.900 kilómetros de cauces de barrancos.
Para analizar cómo prevenir situaciones de este tipo DIARIO DE AVISOS sentó el viernes en una mesa a tres expertos en la materia: el gerente del Consejo Insular de Aguas en Tenerife, José Fernández; el director del Centro Meteorológico de Santa Cruz de Tenerife, Víctor Quintero (de la Agencia Estatal de Meteorología, Aemet), y el profesor de Geografía y climatólogo de la Universidad de La Laguna Pedro Dorta. Los tres coincidieron en que mejorar la capacidad de respuesta ante lluvias torrenciales depende de varios factores: mejorar la colaboración entre todas las instituciones públicas -compartiendo datos y metodología para afinar en el seguimiento y posibles consecuencias de una tormenta, y poder así avisar a la población- y adoptar medidas preventivas (obras de encauzamiento de barrancos, planes de emergencia municipales y formación de la población sobre qué hacer).
La gran pregunta es si estamos preparados en Tenerife para fenómenos meteorológicos extremos de este tipo. Para José Fernández, "hay que convivir con cierto nivel de riesgo en una isla con 5.000 tramas de cauces de barrancos y 5.900 kilómetros de cauces reconocidos en la cartografía oficial, porque no hay que entender el Plan de Defensa frente a Avenidas -aprobado por el Consejo Insular de Aguas en 2007 y más de un año atascado en el Gobierno canario, según el Cabildo- sólo como un listado de obras; no todas las soluciones son obras de canalización, que además son muy caras y poniendo murallones frente a zonas habitadas; pero sí hay que proteger las infraestructuras y servicios esenciales, como puertos, aeropuertos, autopistas, trenes, hospitales...; y desde luego hay que hacer más énfasis en la información a la población, y no hacer cosas indebidas con el territorio, pues se han desarrollado tramas urbanas en sitios inadecuados por ignorancia".
Quintero señala la dificultad de predicciones muy locales en Canarias porque "las islas son como piedras muy altas en el océano, que hacen que las masas de aire asciendan bruscamente para sortear el obstáculo orográfico y eso dispara la precipitación, que es repentina y violenta". Dorta, quien además es experto en riesgos naturales, pone énfasis en la falta de prevención, pues "la inmensa mayoría de los municipios aún no tiene planes de emergencia aprobados; aunque los del Valle de La Orotava los están redactando". A su juicio, "se le ha dado la espalda a estos riesgos; la educación ambiental sobre protección civil es una gran carencia, pues la gente no sabe lo que significa alerta o prealerta ni sabe qué hacer en estos casos". "Nuestra vulnerabilidad", advierte el climatólogo, "está en aumento porque con menos lluvias los daños son cada vez mayores; y hay que ver cómo compatibilizamos la complejidad del relieve de la Isla con los dos millones y medios de habitantes que pronto habrá en Canarias". Dorta denuncia que la mala urbanización del territorio no es sólo una herencia del pasado, sino que hay cauces de barrancos obstruidos por operaciones urbanísticas recientes en municipios con planeamiento general nuevo. A la pregunta sobre si existen los medios económicos, materiales y humanos para prevenir estas catástrofes, el director del Centro Meteorológico admite que "la predicción es mejorable y el lenguaje que se utiliza, pero dentro de los límites del estado actual de esta ciencia, pues ningún servicio meteorológico del mundo puede predecir con cuatro días de antelación que caerán 100 litros a determinada hora y en determinado municipio". Quintero defiende el pronóstico que hizo la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) para el pasado lunes, pues se preveían lluvias de cierta intensidad, que podían superar "30, 40 ó 50 litros" en el Norte, y " aunque hubo un pico de 102 litros en Los Realejos, el umbral previsto fue acertado para el resto de las zonas". "Trabajamos con el modelo de predicción numérico más potente del mundo", apunta el meteorólogo, quien admite que los medios "siempre son mejorables", se ha incrementado la red de pluviómetros, si bien reconoce que el radar situado en Gran Canaria está averiado, y debe repararse, e instalarse otro en Tenerife "que cubra la sombra del del Las Palmas". Sin embargo, subraya que "el radar no permite predecir, sino observar y vigilar la intensidad de precipitación y en qué zona".
El gerente del Consejo Insular de Aguas es este punto especialmente reivindicativo de una mayor colaboración entre las instituciones que cuentan con estaciones pluviométrias automáticas y expertos en la materia. Así, pone como ejemplo cómo en el Levante español (las confederaciones hidrográficas del Júcar, el Segura y el Tajo) están "entrelazando" los datos obtenidos por los radares y las estaciones pluviométricas para, en un momento dado, adelantarse a una posible inundación en una cuenca determinada y tomar prevenciones. Fernández recuerda que el Cabildo tiene 38 estaciones operativas en la Isla, y que la Aemet, unas 12, y que por ejemplo, las del organismo estatal sólo midieron el lunes poco más de 100 litros en Los Realejos, mientras el Cabildo registró 145. El técnico insular pidió además más medios estatales "al igual que se ha creado la Agencia Catalana del Agua financiada con cargo a los presupuestos del Estado; porque aquí estamos secos en este sentido y el Gobierno canario y el Cabildo tienen demasiados sartenes ya al fuego". Quintero recoge el guante, y aboga por que "todo los organismos que tienen estaciones automáticas se unan para intercambiar información y crear un sistema informático común". Sin embargo, afirma que "lo curioso e increíble es que todo el mundo dice sí, vamos a hacerlo, pero por algún motivo ese proyecto en común termina atascándose, por culpa de todos". No obstante, advirtió también del riesgo del caso extremo, alarmar a la población por exceso de alertas, "pues si se desplaza a los habitantes de una zona y luego no se cumple esa predicción muy local, podríamos volver de nuevo a una pérdida de confianza de la gente" en la Administración. Para el meteorólogo, a modo de conclusión, "hacen falta un sistema completo para predecir lo mejor que se pueda; que la información fluya rápido" a las autoridades, y que "eso se traslade a quienes tienen los medios necesarios y protocolizados para tomar las medidas de prevención". Dorta tercia para advertir de que "el radar no evita que el agua entre en una carretera o un centro comercial" y se reafirmó en que lo importante es la prevención con protocolos de actuación muy precisos". Llama la atención sobre el hecho de que a lo largo de la historia han sucedido temporales con lluvias muy destructivas en las Islas, y recordó el caso de ocurrido los días 7 y 8 de noviembre de 1826 en Tenerife, o el de 1968 en el barranco de San Felipe. En el debate apenas se nombra el cambio climático, aunque Fernández apunta su percepción: "Globalmente llueve menos en los 66 últimos años en Tenerife; ligeramente sube la temperatura; hay más evapotranspiración y menos infiltración; la pluviometría es más irregular y concentrada. Pero falta más tiempo de observación".
El gerente de Aguas pide además que cese "el navajeo" entre políticos e instituciones cada vez que hay inundaciones, y se alcance "un pacto para no jugar" con esta cuestión. Secunda esta propuesta el director del Centro Meteorológico, pues observa que "más allá de la reflexión sobre lo que es mejorable" en estos casos, " los intereses de otro tipo con la naturaleza chocan frontalmente". Los tres contertulios piden a los medios de comunicación un ejercicio de responsabilidad, informando de las alertas pero sin alarmar. Y en ese empeño esta DIARIO DE AVISOS.
148 litros cayeron en Los Realejos El pasado lunes, una tormenta anegó el Valle de la Orotava (hasta 148 litros por metro cuadrado cayeron en Los Realejos) provocando mucho miedo y 23 millones de euros en pérdidas materiales, aunque por suerte sin daños personales. Los políticos han vuelto a repartirse críticas (el presidente del Cabildo de Tenerife, Ricardo Melchior, se ha quejado de una deficiente predicción del Centro Meteorológico y de que el radar de Gran Canaria siga averiado, y el PSOE insular acusa al Cabildo y a los ayuntamientos de no tener limpios los barrancos). La realidad es que el lunes, durante unas horas, el Norte fue un caos y a los afectados -incluyendo miles y miles de conductores atascados en la TF-1 y vías aledañas- no tuvieron información oficial alguna.
Me ha parecido muy interesante este artículo publicado en la edición de hoy del DIARIO DE AVISOS. La verdad que yo con algunos datos me he quedado así

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en Tenerife, donde hay más de 500 puntos negros con riesgo de inundación, y la friolera de 5.900 kilómetros de cauces de barrancos.