La borrasca muestra su mejor cara en forma de nieve, lluvia y mucho frío
El Archipiélago amaneció ayer bajo el aviso de alerta por lluvias y nevadas en cotas superiores a los 1.800 metros. La borrasca, que empezará a perder intensidad desde hoy, se ha dejado sentir por las precipitaciones y una bajada de temperatura de unos cuatro grados.
 

EL DÍA, S/C de Tenerife

La borrasca que ha afectado a las Islas desde el pasado domingo hasta ayer, lunes, ha dejado como consecuencias más significativas la presencia siempre espectacular de nieve en cotas por encima de los 1.800 metros de altura, tanto en Tenerife como en Gran Canaria, y bastante agua, sin incidencias dignas de reseñar.

Las nevadas, especialmente intensas en el Teide y en el Roque de Los Muchachos, en La Palma, obligaron al cierre de las carreteras de acceso a ambos enclaves durante parte del día de ayer, aunque, en el caso de la cumbre tinerfeña, el Cabildo insular pudo recuperar la normalidad en sus vías a media tarde.

Con relación a las precipitaciones, la tónica durante la jornada de ayer fue, con carácter general, moderadas, aunque la intensidad ha sido fuerte en momentos puntuales en zonas del sur de Tenerife, como reflejan los 20 litros por metro cuadrado recogidos hasta las 13 horas en el aeropuerto Reina Sofía, o en la misma capital.

También fueron intensas las precipitaciones en San Sebastián de La Gomera, donde se registraron 18 litros. En Santa Cruz de Tenerife, las precipitaciones hasta el mediodía llegaron a ser casi fuertes, también en la tarde noche, aunque el registro en la capital había sido, hasta las 13:00 horas, de 10 litros por metro cuadrado.

Las lluvias registradas, que no alcanzaron las cotas que se habían anunciado -en torno a los 30 litros en 12 horas-, originaron los habituales problemas de circulación, principalmente en las dos autopistas, donde se produjeron varias colisiones de vehículos, aunque sin consecuencias personales de relevancia.

Las condiciones meteorológicas que comenzaron a evolucionar desde la tarde del domingo y se prolongaron hasta buena parte del día de ayer, comenzarán a variar a lo largo de hoy, ya que, según fuentes consultadas en el Centro Meteorológico de Canarias Occidentales, "la baja presión que ha estado afectando al Archipiélago tiende a rellenarse y, por tanto, esta jornada del martes comenzará a perder fuerza".

Suben las temperaturas

En este sentido, un portavoz del Instituto Nacional de Meteorología comentó que este martes se experimentará una situación de transición, que se originará por la presencia de vientos del este, "cuya consecuencia más destacada es una situación estacionaria, en la que se generará, incluso, un aumento significativo de las temperaturas, de alrededor de 4 grados, que es probable que venga acompañado de la presencia de la calima". En el lento desplazamiento de la baja presión hasta territorio africano, señaló este portavoz, se puede dar la circunstancia de que entre de nuevo sobre las Islas el tiempo norte, "con lo que las lluvias harán acto de presencia de nuevo este miércoles o jueves, aunque siempre de forma débil o moderada".

VUELVEN LAS LLUVIAS LAS PRESAS RECOGEN EL AGUA
El agua llena presas y atrae curiosos- La Provincia.

 
M. Reyes SAN BARTOLOMÉ DE TIRAJANA Después de las copiosas lluvias caídas durante todo el lunes, el día amaneció ayer soleado en el sur de la Isla, situación que aprovecharon muchos ciudadanos para ir de excursión al campo y ver correr el caudal de los barrancos, por cuyas montañas continuaba filtrándose el agua hasta inundar los badenes de carreteras como la de Ayagaures.

La vía que recorre este despeñadero fue abierta al tráfico por la mañana, a pesar de que al menos doce puntos de su recorrido permanecían sumergidos en grandes charcos, los cuales se originaron por la corriente del agua. Un inconveniente menor que no impidió a los incondicionales de la naturaleza disfrutar del espectáculo de las presas.

Y es que hasta vecinos del municipio de Telde se desplazaron hasta Ayagaures para contemplar la capacidad de un embalse al que le faltaba algo menos de un metro para llegar al aliviadero, según confirmó Luis Navarro, un policía de Aguas y Cauces del Consejo Insular que ayer acudió a la zona para comprobar que el líquido elemento discurría sin problemas, libre de los objetos que suelen tupir los desagües y frenar su paso.

"Me gusta venir siempre que puedo a ver correr los barrancos, porque el rumor del agua me vuelve loco", confiesa Enrique Villalba, un ciudadano teldense que suele recorrerse las presas de la Isla por sectores, después de que se produzcan lluvias como la registrada el pasado lunes, que además provocó el reboso del embalse vecino, Gambuesa, y dejó otros como muy cerca de su tope o superado. Fue el caso de Siberio en La Aldea, El Mulato en Mogán, Los Hornos en Tejeda y las de San bartolomé de Tirajana, Gambuesa y Ayagaures.

Mientras, la familia Cabrera aprovecha el sosiego del momento para dar de comer a la colonia de patos que puebla una de las orillas de Ayagaures. Son vecinos de Monte León, y decidieron acercarse hasta la presa porque "pensábamos que estaba llena del todo y así nuestro hijo se entretiene con los patos", explican Luis y Rosi, un joven matrimonio que ya ha convertido esta peregrinación en costumbre, "para de esta manera quitarnos un poco de encima el estrés de Playa del Inglés, y gozar de la tranquilidad y el sol que hace", aseguran.

Un poco más arriba, por la carretera embarrada que sube a La Gambuesa, bajan en moto Pepe y Pepi -así se identifican-. Ambos residen en El Tablero, y tienen la intención de prolongar la excursión hasta el barranco de Fataga, "para ver cómo está la cosa por allí", comentan. Aunque la sonrisa repentina en la cara del motorista los delata: "¿Cómo está la presa de Las Niñas?", pregunta. Y no descarta aventurarse camino de la cumbre, para comprobar con sus ojos el lleno que ésta presenta, con tan sólo un metro para llegar a su máximo.

Sin embargo, los vecinos del pueblo le restan importancia a este frenesí que experimenta la gente cada vez que llueve en abundancia. "Lo que ha caído es una poquita de agua, igual que la otra vez", dice Alfredo Álamo, quien celebra la serenidad con la que se ha precipitado el agua, sin apenas inmutarse por la afluencia de los turistas que vienen de visita. Muchos de ellos en bicicletas, aunque también a pie con las mochilas al hombro y en grupos a lomos de motos todoterreno.

Y en la misma línea se expresa Julio Pérez, aunque con más entusiasmo, al confesar que "da gusto mirar a esta ranchera de gente asomarse a las presas para ver el agua", que según él ha caído con menos contundencia que otros años, "sin causar daños", matiza. También hubo quien sacó la caña del baúl de lo recuerdos y soñó con un buen pescado que le alegrara el día. Aunque el sitio en el que se puso, el rebosadero de Gambuesa, pareciera poco oportuno
Gran Canaria recibe una copiosa y suave lluvia que no destroza infraestructuras
A. R. L.

LAS PALMAS DE GRAN CANARIA

La Isla recibió a lo largo de ayer una copiosa y prolongada lluvia que apenas afectó al normal funcionamiento de infraestructuras y servicios. Las precipitaciones, con algunos episodios tormentosos, tuvieron una especial incidencia en la cara sur en donde se superaron los 90 litros por metro cuadrado en Ayacata.

A pesar de la bondad de esta depresión en altura situada en el norte de Canarias y con tendencia a ponerse al oeste, el Gobierno canario mantenía la situación de alerta por si esta noche este fenómeno atmosférico adquiriese un estado tormentoso.

La ingente lluvia, con una media de 60 litros por metro cuadrado en un acumulado de doce horas según el Instituto Nacional de Meteorología, provocó que el agua corriera por la mayoría de los barrancos de la cara sur con el consiguiente aumento del volumen de sus presas hasta llegar a desbordarse la de la Gambuesa, con una capacidad de dos millones de metros cuadrados.

Las precipitaciones registradas hasta anoche fueron recibidas con satisfacción por parte del sector agrícola dado su carácter general moderado y, por consiguiente, su beneficio para los cultivos. Los únicos efectos negativos fueron el desprendimiento de algunas piedras en tramos de carreteras comarcales como el ocurrido en la GC-500, además de la llegada del agua a playas con la acumulación de lodos y otros desperdicios arrastrados por la riada.

Tras los chubascos moderados de ayer, las previsiones para hoy son que se deje paso a una situación poco nubosa y con posible calima. Para el jueves se estima que vuelvan lluvias débiles a moderadas, según el Instituto de Meteorología.