El pasado día dos de febrero nos dejó físicamente, a la edad de 83 años, el genuino y brillante meteorólogo D. Antonio Naya Cristóbal. Catalán de nacimiento y casi canario de adopción, contemporáneo de otros grandes y añorados maestros del pasado siglo de la meteorología española -igualmente desaparecidos- considerados hoy históricos, como: D. Inocencio Font Tullot, D. Alberto Linés, D. José Mª Jansá, D. José Mª Lorente, D. Mariano Medina .... Entusiastas y apasionados profesionales de exquisita calidad humana y herederos de la llamada “ meteorología romántica” donde la observación y un cultivado sexto sentido se imponía a la instrumentación y a los primeros avances técnicos. Hombres del "tiempo” en sintonía especial con la Naturaleza que han dejado un legado documental de alto valor científico y pedagógico, fruto de años de experiencia e infatigable dedicación investigadora de las Ciencias de la Atmósfera y sus Fenómenos de la que Universidades, profesionales, aficionados e incluso más allá de nuestras fronteras se han nutrido.
Al igual que su compañero y amigo D. Inocencio Font Tullot, es probable que su afición surgiera del espíritu de la escuela catalana promovida por el célebre Dr. D. Eduardo Fontseré (1870-1970), creador del Servicio Meteorológico Catalán. Tras licenciarse en Ciencias Físicas por la Universidad de Barcelona, en el año 1947, ingresó en el antiguo Servicio Meteorológico Nacional donde estuvo siempre vinculado a la Meteorología Operativa y a la que dedicó toda su vida activa al servicio de la sociedad. Allá por el año 1952, recaló en la isla de Gran Canaria en uno de sus primeros y dilatados destinos como Jefe de la Oficina Meteorológica del Aeropuerto de Gando, permaneciendo por espacio de dieciocho largos años -salvo una estancia de un año en el Aeropuerto de Villa Cisneros como agregado-, compartiendo mesa de trabajo con quien fue muchos años Jefe de Canarias y Africa Occidental D. Felipe Gracia López, el Doctor de la Nuez, D. Fco. García Dana, D. Manuel Alvar, D. Desiderio Padilla.....
En su estancia en nuestro Archipiélago y dado su inquieto espíritu, simultaneó las tareas de predictor con la de comunicador, tanto en radio como en prensa escrita, donde emitía a diario sus pronósticos. También por aquella época se especializó, otra de sus pasiones, en la Pesca Científica al estudiar la relación entre los bancos pesca y las condiciones atmosféricas, lo que le convirtió en relevante autoridad de la materia en nuestro país como lo atestigua magníficos trabajos divulgativos- guardo con celo un ejemplar fotocopiado: “La Meteorología y la Pesca Científica” que me regaló D. Desiderio Padilla y en la que reza una dedicatoria de puño y letra del propio D. Antonio: “A mi buen amigo Sr. Padilla. 31 de mayo de 1968”
Cuando comenzó sus intervenciones en la extinta Radio Atlántico, a comienzo de los años cincuenta, debido a su rigorismo, personalidad carismática y buen predictor, su popularidad se extendió por todos los rincones de las islas y antiguas posesiones de Africa Occidental; tiempos en que la agricultura y la ganadería eran la principal fuente de riqueza de las islas por lo que había que mirar mucho al cielo. Sus alocuciones -de las que fuí testigo a temprana edad- eran de un gran calado profesional que unido a su peculiar voz recia, no exenta del característico acento catalán, acentuaban sus intervenciones y que siempre comenzaba con el saludo de: “ Buenas tardes/noches señores radioyentes del Archipiélago Canario y la Costa Occidental de Africa...”. El espacio de la noche lo dividía en dos partes: la primera y como de costumbre, sinopsis y predicción del tiempo y, la segunda, la Pesca Científica, informando, con sumo detalle, a la flota pesquera donde se situaban los frentes pesqueros - frase acuñada por él- ó bancos de pesca.
Existen numerosas anécdotas como la relatada por él al periódico “La Provincia”, en una entrevista que éste le hizo a mediados de los años ochenta con motivo del Día Mundial de la Meteorología y en la que participó como conferenciante en el Hotel Santa Catalina de Las Palmas: “ “En una ocasión había anunciado un fuerte temporal de agua para las islas, en la que indique a la población que extremara las precauciones porque había evidente riesgo lo que dio lugar a una gran alarma social. El General de la Zona Aérea, al enterarse del susto de la gente, anduvo buscándome por todos lados con intención de meterme “un paquete.” Llovió en todas las islas pero la intensa riada en las Breñas de la Palma que provocó, desgraciadamente, decenas de muertes, me pudo salvar.” Evidentemente se refería a la brutal riada acaecida el 16 de enero de 1957.
A mediados de 1970 partió para Madrid con destino a la Sección de Meteorología Marítima del extinto Servicio Nacional de Meteorología, siendo, por un tiempo, máximo responsable y continuando, por muchos años, con su labor informativa al público -predicción y pesca- a través de las Ondas de Radio Nacional de España a eso de las 05:50 horas, hora canaria, donde nuestras islas siempre estaban presentes. D. Antonio Naya publicó varios tratados, tanto de Meteorología General como de la Pesca Científica, que quedaran como vivos testigos de su acervo profesional para presentes y futuras generaciones.
Vaya desde aquí mi reconocimiento y homenaje a la memoria de esta gran figura de la meteorología que dejó, en su larga estancia en nuestras islas, el pabellón de la meteorología canaria muy alto. Creo que todos estamos en deuda con él.
Saludos.
Última edición por meteoguía el 09 Jul 2009, 17:53, editado 4 veces en total.
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